lunes, 29 de abril de 2013

Protocolo: Puntas de Diamante.



Protocolo de Tratamiento

Para realizar el tratamiento es necesario preparar el área a tratar desmaquillando y limpiando la zona con una solución limpiadora, preferiblemente una loción astringente que ayude a preparar la piel para la exfoliación. Algunos equipos de microdermoabrasión incorporan vacuum, para aspirar las células muertas. El nivel de vacuum (aspiración) para el rostro varía entre los 0,2 - 0,4bar., dependiendo del tipo de piel y la tolerancia del paciente. Cuando se traten áreas sensibles (como alrededor de los ojos) se recomienda una aspiración más baja. Para el cuerpo, el nivel recomendable varía entre 0,40 - 0,60bar.

Es necesario estirar la piel mientras se pasa el manípulo por la zona de tratamiento y se debe concentrar la acción en las áreas más problemáticas. El cuello se puede exfoliar usando trazos descendentes desde la barbilla hasta el pecho para ayudar al drenaje linfático. Nunca se debe exfoliar directamente sobre la garganta. Un ligero enrojecimiento (eritema) indica que la exfoliación se está realizando correctamente y suele desaparecer a las pocas horas del tratamiento. Posteriormente, si es necesario, se puede aplicar un contorno de ojos y, a continuación, una crema y un serum específicos según el tipo de piel de la persona. Finalmente, se aplicará la crema con factor de protección solar para proteger la piel del sol.

El tratamiento dura aproximadamente entre 30 y 45 minutos y los resultados son notables después de la primera sesión. Únicamente, como mantenimiento y para alcanzar unos resultados significantes, se recomiendan series de 6 a 8 sesiones separadas por un intervalo de 7 a 10 días, seguidos por tratamientos mensuales de mantenimiento.

Beneficios

Los beneficios que se obtienen respecto a los métodos manuales son: homogeneidad en toda la zona a tratar, evita posibles alergias a productos, exfoliación con suavidad pero efectiva de una manera higiénica y controlable, mayor efectividad en menor tiempo de tratamiento, precisión, posibilidad de tratar un mayor número de zonas, seguridad, menores costes y reducción de las molestias. Además, no deja restos de producto en la piel, mejora la higiene y aporta resultados notables desde el primer tratamiento, estimula el crecimiento de nuevas células y la producción de colágeno y elastina, exfolia las células muertas de la piel, etc.

Efectos secundarios y contraindicaciones

El tratamiento normalmente es poco molesto, si bien dependerá del umbral de sensibilidad individual. No suele presentar complicaciones pero pueden aparecer efectos secundarios durante el tratamiento o poco tiempo después. Algunos de ellos son: enrojecimiento (eritema), sensación de calor en la zona y una ligera irritación de la piel. Se debe tener en cuenta que es necesario evitar aplicar el tratamiento en caso de:

  • Lesiones sin diagnóstico.
  • Brotes recientes de Herpes.
  • Verrugas.
  • Quemaduras del sol.
  • Acné brotado y activo.
  • Rosácea activa.
  • Desórdenes del sistema auto-inmune relacionados con la piel.
  • Embarazo.
  • Hiperpigmentación.
  • Enfermedades importantes, especialmente de piel o lunares premalignos.

Cuidados posteriores

Durante los cuatro días siguientes al tratamiento es necesario evitar la exposición al sol o al calor excesivo, se deberá usar protección solar y no se retirará ninguna piel suelta o exfoliada. Tampoco se aplicará hielo o agua muy fría en las áreas tratadas ni se expondrá la zona al calor directo. No se puede recibir electrólisis, inyecciones de colágeno o cera facial ni depilatoria al menos durante los cinco días posteriores. Asimismo, será necesario interrumpir el tratamiento con retinoides durante siete días después del tratamiento y no se expondrá la piel al solarium hasta al menos tres semanas después del tratamiento.

sábado, 27 de abril de 2013

Las piernas de tus clientas, un gran desafío!





El calor del verano descubre la piel escondida y la necesidad de cuidar su aspecto aumenta. Para enfrentarnos a los problemas estéticos más habituales en las piernas de nuestras clientas, debemos saber reconocer sus causas y síntomas para poder aplicar los tratamientos más efectivos. El verano es el momento de dejar de lado todos los complejos y lucir el cuerpo sin reparos, pero en ocasiones la piel no se muestra todo lo perfecta que querríamos, en especial tras los rigores del invierno. Zonas que hasta el momento han estado tapadas, como brazos y piernas, se convierten en las protagonistas del look veraniego, por lo que muchas clientas buscan entonces los cuidados necesarios para mantenerlas bellas. 

Los problemas estéticos que podemos encontrar con más frecuencia en las piernas de nuestras clientas son:


Celulitis: Esta acumulación de nódulos de grasa en ciertas zonas del cuerpo es muy común en las mujeres tras la pubertad, presentándose en forma de "piel de naranja" sobre todo en el área de muslos y glúteos. Puede aparecer por diversas causas, como factores hereditarios, sobrepeso, trastornos circulatorios, tabaco o hábitos alimenticios nocivos (exceso de café o alcohol, por ejemplo).


Varículas o telangiectasias: Las várices son dilataciones de las venas que dificultan el retorno eficaz de la sangre al corazón, variando sus síntomas según su gravedad. Sus causas son también muy diversas, desde la predisposición genética hasta un estilo de vida sedentario, pasando por el tabaco o los trastornos circulatorios, entre otros.


Acúmulos de grasa: Como su nombre indica, son acumulaciones de grasa en zonas problemáticas, causadas por un problema de sobrepeso o por el reparto de grasa propio de la constitución corporal.


Léntigos: Manchas solares que aparecen sobre la piel a causa de una excesiva exposición al mismo.


Todos estos trastornos pueden identificarse mediante una sencilla exploración por parte de una cosmeatra, y el tratamiento a aplicar para su resolución, dependerá del diagnóstico y el criterio de cada profesional. Algunos de los tratamientos más comunes contra estos trastornos requieren la utilización de luz pulsada, pero también pueden complementarse con otro tipo de procedimientos para mejorar su eficacia: suplementos nutricionales drenantes y circulatorios, masajes drenantes y circulatorios, cremas adecuadas para la circulación con vitamina K, cremas anticelulíticas y, sobre todo, cremas con alta protección solar.


Tratamientos para piernas


Cada trastorno, como hemos dicho, requiere de su propio tratamiento. Muchos de estos se consideran tratamientos médicos, pues requieren del uso de un láser vascular, un láser de lesiones pigmentadas, una inyección de CO2 (carboxiterapia) o la inyección de sustancias lipolíticas, pero existen muchos otros tratamientos estéticos que también pueden aplicarse de forma efectiva, como la radiofrecuencia, la presoterapia o los ultrasonidos.


Celulitis


Antes de decidir un tratamiento para acabar con la celulitis, hay que tener en cuenta que existen distintos tipos:


Celulitis blanda: Se asocia a poca masa muscular y flacidez. Se da en personas inactivas o que han realizado dietas muy severas de adelgazamiento.


Celulitis dura o compacta: Es típica de mujeres más jóvenes que realizan actividad muscular.


Celulitis edematosa: Es poco frecuente, y ocurre por aumento de volumen de los miembros inferiores. Se asocia a síntomas vasculares.


Lipodistrofia: Son depósitos adiposos en zonas específicas, como la cara interna de las rodillas o la cara externa de los muslos, sin alteración de la superficie cutánea.


Existe aparatología específica en el mercado para tratar la celulitis, como ciertos láseres, pero también existen otros procedimientos como la cavitación, los complementos nutricionales, los masajes, la radiofrecuencia, la presoterapia, la electroporación, y otras técnicas manuales que ayudan a su eliminación. De todas formas, es muy importante la prevención, luchando en la medida de lo posible contra aquellos factores que predisponen al organismo a sufrir celulitis mediante la alimentación, el ejercicio moderado y hábitos saludables en general.


Várices


Las várices son un problema tanto estético como de salud, ya que según sea la vena afectada, las consecuencias pueden ser más graves e incluso ir acompañadas de dolor, severas complicaciones e insuficiencias crónicas. Según el propio diámetro de las várices, podemos discernir si se trata de un problema estético o de salud: las pequeñas arañas vasculares pueden tratarse con procedimientos estéticos, pero las várices de gran diámetro requieren de la intervención de un especialista médico para evitar problemas más graves.


Las várices de mayor diámetro, mayores de 2 centímetros, son las más idóneas para eliminar con cirugía convencional, escleroterapia o endoláser. Son malformaciones de gran diámetro que se perciben a simple vista, y que pueden ser dolorosas y derivar en otras patologías. El tratamiento con SPIDER, por otro lado, es ideal para eliminar las pequeñas arañas vasculares (de 2 milímetros o menos), que son pequeñas formaciones a nivel superficial. Estas afectan a los capilares de la piel y se manifiestan en forma de líneas rojizas, pero se tratan de un problema meramente estético.


Acúmulos de grasa


Los acúmulos de grasa se presentan como nódulos que pueden dar lugar a bultos visibles o, si son de un tamaño importante, a una deformidad de una zona específica, como por ejemplo las cartucheras. La principal causa de los acúmulos de grasa localizados es una acumulación de grasa superior a la habitual en los adipocitos, normalmente provocada por el exceso de peso, pero también por problemas circulatorios, fibrosis de la zona, etc.


Cuando se trata de acúmulos de grasa localizada, se pueden tratar de diferentes formas. Las más comunes incluyen distintos tratamientos estéticos, con la aplicación de aparatología como la presoterapia, la cavitación, la radiofrecuencia, los ultrasonidos o la electroporación. A un nivel más médico, sin embargo, es común la utilización de equipos láser especializados, cuya luz modifica la permeabilidad de las membranas de las células grasas y penetra en los tejidos provocando un efecto térmico y evacuando los fluidos y la grasa sobrantes. Otras opciones médicas incluyen la cirugía convencional, la inyección de sustancias lipolíticas que disuelvan los acúmulos o la carboxiterapia, microinyecciones dérmicas de CO2 que producen un aumento del flujo sanguíneo, activando la microcirculación y con ello la metabolización de las grasas. De esta forma se consigue una mejora del aspecto de la piel tanto en celulitis como en estrías.


Léntigos


Los léntigos solares, también conocidos como las manchas de la edad, son aquellas marcas que aparecen en zonas expuestas al sol, con una forma redondeada y de márgenes irregulares, cuya causa más común es la propia edad o el exceso de exposición a los rayos solares.


Para eliminar los léntigos solares es recomendable utilizar luz pulsada. La luz del IPL destruye las células con un exceso de pigmento sin dañar el tejido circundante. Para evitar su reaparición, la mejor recomendación es la prevención: aplicando siempre factor de protección solar en las zonas que serán expuestas al sol (aunque vayamos a pasear), y controlando y limitando las horas que pasamos bajo el sol.



Consejos para cuidar las piernas en verano


  • No exponer las piernas al sol durante tiempos prolongados.
  • No estar demasiadas horas sentadas, se recomienda cambiar de postura o aprovechar el buen tiempo para ir a dar un paseo.
  • La mejor solución para activar la circulación son las duchas de agua fría. Alterná chorros de agua fría y agua tibia, nunca caliente.
  • Para una correcta salud vascular es muy importante hacerse masajes una o dos veces al día con geles fríos desde el pie hacia el muslo. Refrescan, hidratan y calman las molestias.
  • Para evitar la retención de líquidos y facilitar la circulación es muy importante beber agua, llevar una dieta rica en fibras y verduras, cocinar con poca sal y moderar los condimentos fritos o picantes.
  • Para mantener una correcta circulación, una de las mejores formas de aprovechar los días de playa es pasear por la orilla con las piernas dentro del agua. Si además de caminar, vamos parando y ejercitando las piernas poniéndonos de puntillas repetidas veces, y al contrario, apoyando los talones y elevando el antepié.
  • Cuando llegue el momento de descansar se recomienda hacerlo elevando las piernas y realizar algunos ejercicios con las piernas alzadas.
 Para todos estos tratamientos VITACARE te ofrece en alquiler los siguientes equipos:

  • CAVIX (cavitador)
  • TRÍOS DE VIORA (luz pulsada)
  • REACTION (radiofrecuencia bipolar con terapia de vacío)
  • EP (electroporación)
  • SPIDER (termocoagulador vascular) 
  • SL TONE (electroestimulación)

jueves, 25 de abril de 2013

Una piel divina. Luchar contra la flacidez y la celulitis antes de tu casamiento!

Para toda mujer que se casa, mostrar una piel suave y tersa es el mejor complemento para su vestido de casamiento. La flacidez en los brazos o la celulitis son dos de las problemáticas más comunes entre las mujeres, pero que son fácilmente tratables con la aparatología y cosmética adecuada.

La flacidez de la piel se presenta cuando ésta pierde firmeza y elasticidad, mostrándose "despegada" del cuerpo, arrugada y caída. Este proceso se debe a la disminución de la presencia de ciertas sustancias como el colágeno y la elastina, componentes esenciales para el sostén del tejido y mantener su firmeza y elasticidad originales.

Ciertas zonas del cuerpo de la mujer son más propensas a la flacidez que otras, siendo las áreas más afectadas los glúteos, los muslos, la cara interna de las piernas y los brazos. Existen numerosos factores que influyen en su aparición: desde los cambios morfológicos que se van produciendo a lo largo del tiempo, provocando un menor recambio de las estructuras de soporte como son el colágeno y la elastina, a la pérdida de capacidad de recambio de algunas de nuestras células; pasando por condiciones externas y los hábitos tóxicos como el tabaco, el alcohol o el exceso de sol, e incluso la falta de ejercicio y tono muscular.

Pero, sin duda, la razón principal para la aparición de la flacidez es la ley de la gravedad. No toda nuestra piel tiene la misma composición, por lo que el propio peso de la estructura del tejido produce la caída del mismo.

Combatir la flacidez

Para poder determinar el mejor tratamiento con el que combatir la flacidez, en primer lugar se debe realizar una exploración completa y una valoración del estado de los tejidos. Hay que tener en cuenta que, dejando de lado los factores externos, nuestro cuerpo tiene en su origen un porcentaje determinado de estructuras elásticas, siendo ése el límite de resultados que podemos conseguir. Por ejemplo, si en edad juvenil contamos con un 60% de estructuras elásticas, tras perder firmeza con la edad no podremos superar ese 60% inicial mediante los tratamientos.

En función de los resultados del análisis y de la valoración de los hábitos alimentarios de la clienta elaboraremos un plan personalizado para el tratamiento. Normalmente, se combinan un plan de alimentación recomendada con técnicas de aparatología en las zonas afectadas, pautando tratamientos de duración variable. Algunas de las técnicas más efectivas contra la flacidez son:

- Mesoterapia: Mediante la microinyección de diversas sustancias cosméticas debajo de la piel de las zonas afectadas, el especialista controla en todo momento la dosis y el punto de inserción, consiguiendo un tratamiento muy preciso de la piel flácida.

- Electroestimulación: Mediante ultrasonidos de diversas potencias y distintas frecuencias eléctricas, la bioestimulación o electroestimulación médica provoca la estimulación del sistema nervioso autónomo y demás tejidos, reactivando el metabolismo local de la zona tratada. De esta manera, la piel se regenera y se retensa, dando marcha atrás en el proceso de caída.

- Radiofrecuencia: A través de un electrodo y con la aplicación de calor, se activa la acción del colágeno de las capas más profundas de la piel, consiguiendo un tensado del tejido cutáneo y activando al mismo tiempo la nueva formación del propio colágeno y de las demás sustancias estructurales de la dermis. Es recomendable combinar los distintos tratamientos según la zona a tratar, el nivel de flacidez que presente y la historia clínica del cliente, construyendo un procedimiento lo más individualizado posible para cada caso particular.

La temida piel de naranja

La celulitis es una alteración del tejido subcutáneo que se acompaña de cambios en la microcirculación del tejido conjuntivo, dando lugar a modificaciones morfológicas, histoquímicas y bioquímicas del tejido, y que suele apreciarse como una rugosidad abultada en la piel. Normalmente, las áreas donde hacen acto de presencia estos cúmulos de grasa son las zonas localizadas como las rodillas, las piernas, los tobillos, la cintura, la cadera y los glúteos.

No existe un origen reconocido para la celulitis, sino que más bien se trata de un conjunto de factores hormonales, endocrinos, bioquímicos, hereditarios e incluso raciales que propician su aparición. También las malas costumbres que obstaculizan el tráfico intestinal o el retorno venoso allanan el terreno para la aparición de la celulitis. Así, existe una relación entre los hábitos tóxicos (alcohol, tabaco,...) y los hábitos desordenados de comida con el brote de la piel de naranja, del mismo modo que la ropa muy ceñida causa problemas circulatorios que favorecen su aparición. También el estrés y la ansiedad pueden ser causantes de celulitis, entre muchos otros factores, ya que en esos momentos el cuerpo libera a la corriente sanguínea gran cantidad de productos químicos.

Guerra a la celulitis

Como en el caso de la flacidez, antes de tratar la celulitis hay que hacer un diagnóstico completo de la clienta y analizar en qué fase se encuentra su problemática. Existen hasta cuatro etapas en la celulitis, según la profundidad de los cúmulos de grasa, y cada una requiere de distinto acercamiento. 

Para tratar este problema es imprescindible hacerlo desde tres frentes: erradicando su causa, actuando sobre el mecanismo que lo produce y tratando las lesiones que se hayan producido. Las técnicas que se han comentado anteriormente (mesoterapia, electroestimulación y radiofrecuencia).

Los Centros de Estética tienen que trabajar este segmento de los casamientos, ya que una clienta puede tener un grupo grande de potenciales clientas.

miércoles, 24 de abril de 2013

Tu dieta deja una huella, estate atenta!


Según un estudio de la FAO – Naciones Unidas del año 2006, la industria de la carne representa el 18% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), superando incluso al transporte. Así que tu consumo de carne tiene un alto impacto en el planeta: empezá por dejarla un día a la semana.

Además de la carne, los alimentos tienen impacto asociado con la forma en que fueron producidos y transportados. Por ejemplo, en general las frutas y vegetales son cosechados con grandes cantidades de pesticidas que son liberados dañando los suelos, y los alimentos envasados llegan al supermercado después de haber viajado muchos kilómetros en medios que emiten dióxido de carbono y de haber utilizado materiales no biodegradables para su empaquetado.

Para hacer frente a estos temas, elegí marcas nacionales, con menos envoltorios y si es posible artesanales (la pasta fresca de la vuelta de tu casa es mucho mejor que un producto seco del supermercado). Comprá vegetales de temporada, que requieren menor esfuerzo para su cosecha, y en lo posible elegí orgánicos.
Fuente: tuverde.com

viernes, 19 de abril de 2013

Cuidados de la piel en Invierno


Con la llegada del frío y de las bajas temperaturas, nuestra piel va a comenzar a sufrir más de la cuenta, especialmente nuestro cutis ya que se trata de una de las zonas donde la piel es más fina y por tanto una de las zonas que más va a acusar estos cambios. Lo primero que debemos tener claro es que no todas las pieles necesitan los mismos cuidados, ni si quiera lo necesitan con la misma frecuencia por lo que será esencial enfocar los cuidados según el tipo de piel que tengamos.

Piel sensible en invierno: Todos los tipos de pieles sufren especialmente durante esta época del año pero si hay un tipo de piel que lo pasa realmente mal es la piel sensible, principalmente debido a los bruscos cambios de temperatura. Estos cambios de temperatura en las pieles sensibles a menudo repercuten en rojeces e incluso pueden derivar en afecciones más serias como la cuperosis o rosácea. Todo tipo de piel puede sufrir problemas de sensibilidad por lo que extremar las precauciones será esencial en todo tipo de pieles (seca, mixta o grasa). Una de ellas será tener siempre a mano una crema hidratante especial para pieles sensibles, cuya aplicación deberás repetir periódicamente siempre que notes la piel tirante o seca, síntoma principal de que nuestra piel está sufriendo.

Piel seca en invierno: En muchos casos (no todos) el problema de sensibilidad en la piel va asociado a una piel seca y deshidratada, por lo que en el caso de que poseas una piel seca deberás también extremar las precauciones. Nunca debes descuidar la hidratación, siendo recomendable que te apoyes en cremas nutritivas o compensadoras que aportan un extra, ideal para que nuestra piel recupere el equilibrio y la deshidratación. Por lo general, este tipo de crema suele ser muy untuosa para que deje en nuestro cutis una especie de segunda piel protectora, por lo que su utilización es básica para las pieles secas en invierno.

Piel mixta en invierno: Las personas de piel mixta no deben descuidar tampoco la hidratación y los cuidados de su piel. Si bien no necesitan hidratar su cutis con la misma frecuencia que una piel seca o deshidratada no deben olvidar ciertas zonas de su cutis, especialmente las mejillas, que suelen ser las que más sufren los cambios de temperatura. Este tipo de pieles deben tener en cuenta que no todas las zonas de su cutis necesitan la misma cantidad y nivel de hidratación. Especialmente la zona T (frente, nariz y mentón) suelen ser las zonas más grasientas en las personas de piel mixta, por lo que podemos probar a aplicarnos una crema hidratante menos untuosa en esa zona y una más nutritiva para la zona de las mejillas.

Piel grasa en invierno: Si piensas que por tener la piel grasa tu piel no va a sufrir en invierno estarás cometiendo un grave error. Incluso las pieles grasas necesitan vigilar su hidratación y protección contra las bajas temperaturas. En estos casos se hará esencial encontrar una crema hidratante especial para pieles grasas, que sea oil free y no comedogénico, para asegurarnos que no taponará nuestros poros.

Consejos generales: Además de lo visto anteriormente, debemos tener una serie de consideraciones que son válidas para todo tipo de pieles, y que no deben pasarse por alto.

  • Será mejor usar maquillaje en crema durante el invierno, de esta manera te asegurás una segunda piel cuando salgas a la calle. Si tenés piel grasa, buscá en el mercado maquillajes en crema oil free.
  • No te olvides de la protección solar. Mucha gente piensa que los rayos del sol no afectan los días nublados y de invierno, craso error. Los rayos del sol siguen incidiendo en nuestra piel en invierno y será necesario seguir protegiéndonos de ellos. Con una protección entre el SPF 15 o el SPF 20 puede ser suficiente.
  • No abuses de la exfoliación en invierno. Aunque nunca se debe abusar de la exfoliación, sea la época que sea, pero en este caso con más motivo, ya que después de la exfoliación nuestra piel se puede sentir muy vulnerable a los cambios de temperatura.
  • Y por último, y no por ello menos importante, es esencial proteger adecuadamente otras partes del cuerpo como las manos. Los cambios bruscos de temperatura puede dar con sabañones y más tipos de complicaciones cutáneas que pueden evitarse con unos simples guantes.

Como ves, no son muchas las recomendaciones, pero sí que son básicas e importantísimas. El cuidado de nuestra piel en invierno repercutirá en un mejor cutis en verano, y sobre todo, evitará el envejecimiento prematuro de nuestra piel.

Fuente: trendenciasbelleza.com

martes, 16 de abril de 2013

Verdades y Mentiras de la Cavitación!


-La cavitación puede dar resultados distintos según la hidratación del tejido, ya que cuanta mayor cantidad de agua haya mayor efecto se obtendrá.

-Si la zona está precalentada, el resultado será más efectivo. Este concepto es poco conocido y la base está en lo que dijimos anteriormente sobre el punto de ebullición. Si el tejido está caliente se produce más fácilmente la cavitación, ya que no hace falta tanta descompresión para la producción de burbujas. El tejido se puede precalentar con ultrasonidos convencionales, con infrarrojos o con diatermia.

-La afirmación "la grasa se elimina por la orina" es falsa. La grasa no se elimina ni por la orina ni por las heces, sólo se puede eliminar mediante ejercicio, por lo que es imprescindible hacerlo para evitar que la grasa pueda volver a depositarse.

-Antes de realizar una sesión de cavitación hay que hacer una apertura de cisternas para preparar un drenaje linfático posterior a la sesión.

-Si no se realiza un régimen especial de bajas calorías y poco carbohidratros la grasa se vuelve a localizar en otras zonas del cuerpo.

-En la cavitación se utilizan las frecuencias de ultrasonidos aproximadas de 33 a 45 KHz, porque la profundidad de actuación depende de dichas frecuencias y mayores frecuencias quedarían muy superficiales.

-El hablar de cavitación o de ultracavitación no debería representar ninguna diferencia, ya que todos utilizan ultrasonidos. No obstante, a veces puede referirse a aparatos de mayor o menos potencia.

-Siempre se utiliza un gel como elemento transmisor porque el sonido se transmite muy mal por el aire (unos 360 metros por segundo).

MEDIO DE TRANSMISIÓN/VELOCIDAD APROX.
Aire      300 m/seg.
Agua    1.500 m/seg.
Hueso  3.000 m/seg.
Acero   5.000 m/seg.
Grasa   1.800 m/seg.

En la tabla anterior se observa que si la cavitación se hace sobre hueso se puede transmitir fácilmente a distancia, y sobre prótesis metálicas muchísimo más. Por este motivo, se pueden comprender las contraindicaciones de hacer cavitación sobre zonas óseas y sobre implantes médicos (osteosíntesis).