Cada una tiene su cita perfecta con el relax, esos espacios en los que el asombro (¡oh!), se encuentra con el placer (mmmm...), ¿Cuál es el tuyo?
Correr bajo la lluvia
¿Te animás a salir sin piloto ni paraguas la próxima vez que llueva?
Está claro que la movida puede resultar un poco riesgosa si vas a trabajar, pero ponela en práctica cuando estés saliendo a hacer alguna compra cerca de tu casa o yendo a la casa de tu novio (¡el lookete wet siempre funciona!). La sensación es muy purificadora y te vas a sentir como Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. ¿Otro dato? Por su composición, el agua de lluvia le da brillo y suavidad al pelo.
Practicar yoga ashtanga
El ashtanga es una de las variantes más dinámicas e intensas del yoga
Es una de las variantes más dinámicas e intensas del yoga, porque sus movimientos se realizan de manera más rápida y demanda un desgaste energético mucho mayor. Practicar ashtanga una o dos veces por semana mejora los niveles de estamina- que posibilita la resistencia- la fuerza y la flexibilidad, y libera las toxinas del cuerpo. Eso sí: ¡vas a transpirar de lo lindo!
Escuchar tu música favorita en al ruta
Importante: que no te falte un buen adaptador USB para el auto
Los paisajes, el camino desierto (¡cuando no vas por la Ruta 2 un fin de semana largo!) y la soledad al volante son el escenario ideal para dejar volar la imaginación y relajarte. Que no te falte un buen adaptador USB para el auto (si el estéreo no lo trae, compralo por unos $100). Imperdibles los álbumes de la francesa Béatrice Ardisson, quien se inspira en sus viajes en auto y arma grandes compilados.
Tener un orgasmo inolvidable
Un orgasmo promedio dura unos 10 segundos, instantes gloriosos
Un orgasmo promedio dura unos 10 segundos. Pero en esos breves instantes gloriosos, el cuerpo -a través de la segregación de oxitocina- libera las tensiones de una manera sideral, casi descontroladamente. No vamos a ahondar en los tipos de orgasmos (¡tarea para el hogar!), pero, sin duda, lo principal es relajarse y gozar. ¿Un dato? La ilustradora Fernanda Cohen y el sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff se unieron para editar la Guía ilustrada del orgasmo femenino ($75).
Hacer la plancha en el mar (o la pile)
Estar literalmente "sostenida" por el agua es un regalito para el cuerpo y la mente
Placer total. Estar literalmente "sostenida" por el agua es un regalito para el cuerpo y la mente. ¡Ah! Pero ¿no tenés pileta y abril te resulta fresco para una escapada al mar...? No hay excusas: las principales cadenas de gimnasios ofrecen piletas climatizadas en sus abonos y pases. Y si buscás un extra de relax, escapate de la ciudad y probá algunas de las piletas del spa Aquae Sulis, en Lobos, que está especializado en hidroterapia. ¡Tenés una cita con los "flota-flota"!
Meditar 20 minutos al día
20 minutos de meditación: ¡es lo que tardás en decidir qué te vas a poner!
¡Es lo que tardás a veces en decidir qué te vas a poner a la mañana! Así que invertí ese precioso tiempo en meditar y arrancar el día con tutti. ¡los beneficios más notables? Más conexión con el presente, más claridad mental y la posiblidad de observar nuestros pensamientos sin juzgarlos. Existen miles de técnicas-con tu propio mantra, budistas, trascendentales, guiadas- y cientos de escuelas, así que te recomendamos explorar las opciones y ver con cuál te sentís más cómoda para empezar.
Conectarte con la tierra
Conectarse con la tierra es una forma de incorporar la naturaleza a la vida
Para quienes vivimos en la ciudad, la tierra a veces parece algo lejano, que sucede sólo cuando nos vamos de vacaciones al campo. Conectarse con la tierra es una forma de incorporar la naturaleza a la vida. ¿Cómo hacerlo?Es muy simple: si tenés jardín en casa, andá dscalza por el pasto: si no, la próxima vez que lleves a tus hijos a la plaza, sacate los zapatos y caminá un rato. También sirve echar mano a un par de macetas y hacer una huerta en tu casa. En la escuela Carlos Thays, que funciona dentro del Botánico, dan talleres y cursos buenísimos...¡Y totalmente gratuitos!
Levantarte temprano y ver el amanecer
Un lindo amanecer, un milagro natural un poco difícil de encontrar en esta jungla de cemento
Todas adoramos esos minutitos de fiaca extra antes de levantarnos e iniciar el día, pero existe un espectáculo increíble solo para aquellas que se atrevan al madrugón: el abanico de colores que tiñe el cielo cuando asoma. Este milagro natural no es fácil de encontrar en la jungla de cemento, pero si tenés la oportunidad de escaparte a un espacio al aire libre o acceder a una terraza altísima, no te lo podés perder. Ideal para una linda meditación matutina. Chequeá en la web el almanaque con los horarios de la salida y puesta del sol en cada ciudad.
Bailar con los ojos cerrados
¿Hace mucho que no bailas como una loca descontrolada?
¿Hace mucho que no bailás como una loca descontrolada? ¿Desde la época de Pachá?, ¿los bailes de la secundaria?, ¿o el último casamiento al que fuiste? ¡Entonces, llegó la hora de mover las cachas! Incluso podés hacerlo en tu casa. Pero el plus está en bailar con los ojos cerrados, para no estar pendiente del entorno y la mirada ajena. Eso va a permitir que sueltes el cuerpo (¡nadie va a estar mirando que seas Eleonora Cassano!), liberes tus emociones y vivas la experiencia como una especie de meditación ultraenergética. Hacelo durante 30 o 45 minutos... y vas a notar la diferencia.
Improvisar una siesta
Dormir , entre 20 y 30 minutos, mejora la ciruclación sanguínea
Nuestros abuelos la tienen clara: la siesta para ellos es casi un momento sagrado. Está demostrado científicamente que dormir durante el día -entre 20 y 30 minutos-mejora la circulación sanguínea, previene y reduce el estrés e incrementa el rendimiento de las personas, lo que mejora la memoria y estimula la creatividad. ¿Y quién dijo que hay que esperar hasta el fin de semana? Si trabajás en el Microcentro, podés darte una vuelta por el primer "siestario" del país, donde por unos $70 podés hacer una siestita reparadora de 45 minutos y volver con la energía renovada a la ofi.
Recibir un masaje
A la hora de reconectarte con tu cuerpo y mimarlo, solo hace falta un buen par de manos dispuestas
Acá vale todo: a la hora de reconectarte con tu cuerpo y mimarlo, solo hace falta un buen par de manos dispuestas. Técnicas hay miles (y para todos los gustos): el californiano, el tailandés, el hawaiano, el bioenergético, el shiatzu, la reflexología, el que se realiza con piedras calientes o un simple descontracturante. Tené en cuenta que un masaje de 40 minutos ronda, en promedio, los $150, y si no podés gastar, pedile a tu pareja que se cope. Otro dato: si te animás a ser autodidacta, podés aprender sobre las técnicas de automasaje con El libro completo de los masajes (Editorial Edaf, $263).
Jugar con tus hijos
No importa la edad que tengan, todos los niños tienen intacta la capacidad lúdica
No importa la edad que tengan, todos los niños conservan intacta la capacidad lúdica... ¡y pueden contagiarnos! A veces, se trata simplemente de dibujar, hacer burbujas con detergente o jugar a la escondida, pero es genial llegar a tu casa y dedicar un rato a sumarte a sus juegos preferidos -si son más grandes, puede que te den una paliza en la Play-. Te vas a liberar de las preocupaciones del día y vas a sentir un extra shot de energía. ¿Otra manera? Asistiendo a talleres de juego con ellos.
Estar un rato en silencio y "desconectarte"
Hacé el ejercicio de pasar apenas un par de horas al día en total silencio, vas a escuchar cosas interesantes
Hemingway decía que el hombre necesita dos años para aprender a hablar... ¡y sesenta para aprender a callar! El silencio nos cuesta mucho; estamos acostumbradas a llenar los baches de palabras (¡eso que a nosotras nos sale casi naturalmente!), a distraernos con la tecnología y estar disponibles el ciento por ciento del tiempo. No hace falta que te recluyas una semana en un monasterio, pero hacé el ejercicio de pasar apenas un par de horas al día en total silencio y "desconectada" -del celu, la compu y las redes sociales-. Vas a empezar a escuchar otras voces muy interesantes.
¿Sos de encontrar un momento para el relax? ¿Cuál es tu plan favorito?
FUENTE: Revista Ohlala