miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Qué son las ondas de choque?



Las ondas de choque son impulsos acústicos mil veces más energéticos que los ultrasonidos que se caracterizan por transmitir energía desde la superficie de la piel hasta zonas más alejadas, por lo que resulta ideal para generar efectos en las profundidades del tejido sin perjudicar el situado en las capas más externas. Estas ondas provocan una estimulación celular iniciando procesos de curación, regeneración y estimulación del metabolismo, que reducen la grasa localizada y mejoran la calidad de la piel.

Beneficios
  • Eliminación de grasa localizada (hasta 5 cm por zona).
  • Estimulación de la micro-circulación.
  • Aumento del metabolismo y la angiogénesis (creación de nuevos vasos sanguíneos), lo que deriva en un potente efecto anti-inflamatorio.
  • Fortalecimiento del tejido conectivo (colágeno y elastina), mejora la calidad de la piel aumentando su elasticidad y firmeza.
  • Estimulación de células madre que contribuyen a difuminar cicatrices y estrías.
  • Activación del proceso de regeneración celular, que deriva en un efecto anti-edad.


Su acción se resume en 3 etapas
  1. En el primer paso se desliza sobre la zona a tratar (con la ayuda de un gel conductor) el cabezal de la onda de choque planar, que actúa estimulando el tejido a nivel celular. Permeabiliza los adipocitos permitiendo que la grasa salga al torrente sanguíneo, al mismo tiempo que aumenta la producción de colágeno y elastina para conseguir resultados sobre la flacidez de la piel.
  2. En segundo lugar, se utilizan las ondas de presión radial, que permiten drenar todo el material de desecho y la grasa que ha salido de los adipocitos hacia el canal linfático y activar la micro-circulación y el metabolismo.
  3. Las ondas de vibración de alta frecuencia son el último paso del tratamiento. Estas ondas introducen impulsos vibratorios en el tejido de manera controlada para garantizar la alimentación celular. De esta forma, finaliza el drenaje de los residuos de grasa y de desecho para que sean evacuados a través de la sangre y la linfa. También se consigue una normalización del tono muscular.

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