jueves, 26 de julio de 2012

AMOR EL VIOLETA.


  Siluetas sexys, típicas de Prabal Gurung, entallando la cintura femenina, marcando los hombros y con faldas por encima de la rodilla, además de las transparencias.

miércoles, 25 de julio de 2012

Mi Centro de Estética: Cuidado con la crema anestésica de la fotodepilación!


Cuidado con la crema anestésica de la fotodepilación!
   
La crema anestésica "Emla", empleada para reducir el dolor que produce la fotodepilación, se sitúa en el centro de la polémica, porque aplicada en exceso puede provocar un grave trastorno para la salud llamado metahemoglobinemia. Esta palabra tan complicada significa que los glóbulos rojos dejan de transportar correctamente el oxígeno a los tejidos del cuerpo humano.

¿Cómo puede ocurrir esto?
A menudo, la crema anestésica se aplica en una capa gruesa que, a continuación, se tapa con un apósito o se cubre con film transparente. De esta manera, el producto se absorbe mejor. También ocurre que el paciente se aplica la crema en una extensión de piel que excede la recomendada (600 cm², 30x20 cm, aproximadamente el tamaño de un folio).

Según la página web de la OCU -Organización de Consumidores y Usuarios-, "la persona afectada sufre de ansiedad, irritabilidad, aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, confusión y crisis convulsivas". Y se puede producir metahemoglobinemia.

En España ya se han notificado hasta once casos de este grave trastorno en pacientes que usaron "Emla" en zonas extensas de la piel. Nueve de ellos lo hiceron antes de someterse a una sesión de fotodepilación.

Que no te pase!
 
Si estás pensando en hacerte la fotodepilación, adelante. Eso sí, si te aplicas la crema anestésica tú misma, asegúrate de cumplir a rajatabla lo que dice el prospecto y nunca te eches más crema de la recomendada: 600 cm², 30x20 cm (aproximadamente el tamaño de un folio). No pases de las 5 horas con ella puesta. Un tono azulado de la piel y los síntomas descritos más arriba pueden ser peligrosos.
Si te ocurre, no tardes en ir a urgencias!

martes, 24 de julio de 2012

Mi Centro de Estética: La apariencia estética y psicológica


·         La imagen corporal es un factor que influye de manera positiva o negativa en la autoestima. Los medios publicitarios, la cultura y la sociedad juegan un papel fundamental en patrones de belleza considerados como los ideales. La apariencia física y la salud mental están estrechamente relacionadas, desde grados leves de malestar psicológico hasta trastornos neuróticos, psicóticos y de la personalidad:
  • Es prioritario evaluar el estado emocional y mental de los pacientes que consultan tratamientos de estética; sus expectativas con el tratamiento, fantasías, complejos, miedos, nivel de ansiedad y depresión.
  • Los pacientes con trastornos de la imagen corporal no deben ser tratados estéticamente, el tratamiento es fundamentalmente psicológico/psiquiátrico.
  • El médico estético debe tener en cuenta los aspectos antes mencionados y capacitarse para evaluar adecuadamente desde el punto de vista mental y emocional a los pacientes que asisten a las consultas de estética. Si hay sospecha de patologías que escapan a su área, lo adecuado es canalizarlos a un profesional en salud mental.

lunes, 23 de julio de 2012

10 razones fundamentales para practicar deporte!



Todo el mundo debería hacer ejercicio; limpia la mente y aumenta la confianza en uno mismo.Vas a ser más eficiente en el trabajo, vas a vivir más relajada y disfrutar más del sexo…
 
El concepto “tenés que practicar algo de deporte para perder peso” es incompleto, porque deja de lado otros múltiples beneficios que tiene el deporte en nuestro organismo, y a nivel emocional. ¿Por qué?  Porque mejora nuestro rendimiento socio-laboral, nuestra vida sexual y los índices elevados de colesterol y diabetes, entre otros beneficios.
 

1) Mayor eficiencia en el trabajo. La energía y el deporte nos ayudan a tener un flujo energético correcto. Precisamente, la energía es uno de los elementos más importantes para lograr el funcionamiento de nuestro organismo. La socio-cultural se traduce en la capacidad que tiene el deporte para hacernos mejorar nuestra habilidad participativa y de compartir, además de facilitarnos el logro de objetivos en la vida real. Si sos capaz de llegar a tus límites físicos, sos capaz entonces de conseguir cualquier objetivo laboral que te propongas.

2) Vas a vivir más relajada. Hay muchos estudios que buscan entender mejor los mecanismos esenciales y los efectos positivos que tiene la actividad física respecto al estado de humor, el estrés y la ansiedad. La práctica deportiva genera dopamina y serotonina, sustancias que el propio cuerpo produce de forma natural y que se conocen como moléculas del placer. Al llegar a nuestro cerebro una dosis extra de estas dos sustancias, no sólo tendremos unos niveles de felicidad más altos, sino que evitaremos depresiones y estrés, logrando una mayor salud mental.

3) Menores niveles de colesterol. En la literatura científica, hay una clara evidencia respecto a la fuerte relación inversa entre la actividad física y el colesterol: a niveles mayores de práctica deportiva, niveles más bajos de colesterol.

4) Vivirás más años. El deporte aumenta la esperanza de vida. Definitivamente, sí! Estudios llevados a cabo por los científicos de los Institutos Nacionales de Investigación de Salud de Taiwán, afirman que las personas que realizan un promedio de 92 minutos de ejercicio a la semana, reducen su mortalidad en un 14% comparado con las personas inactivas.

5) Tendrás mejor piel. Deporte antiaging, otra de las bondades sobre la que inciden nuestros expertos. Mejora la circulación de la sangre, aportando así oxígeno y nutrientes a todo el organismo y también a la piel. Así se regenera mejor y se refuerza la producción de colágeno y elastina. Al transpirar se eliminan las toxinas acumuladas, dándole un aspecto mas luminoso, liso y radiante.

6) Menor retención de líquidos. Porque la práctica de deporte tonifica, puede quemar calorías (si es un aeróbico), y ayuda a luchar contra otro de los grandes problemas al que nos enfrentamos las mujeres: la retención de líquidos. El deporte es importante especialmente también para la zona de las caderas y abdominales, donde suele haber mucha retención de líquidos y celulitis. Al quemar grasa, la piel tiene mejor aspecto, está más lisa y firme.

7) Disfrutarás más del sexo. ¿Los motivos? Son varios y contundentes. Por un lado, porque está científicamente comprobado: el ejercicio físico genera niveles altos de testosterona, una hormona estrechamente relacionada con el apetito sexual (bastan unos 15 ó 20 minutos para aumentar considerablemente su producción). Los beneficios en nuestra vida sexual se derivan de la combinación de efectos físicos, como una mejora de la circulación sanguínea, y cambios psicológicos, como un aumento de la energía y de la autoestima.

8) Serás más feliz. La práctica deportiva induce la producción de endorfinas (pequeñas dosis de felicidad que podemos conseguir de forma gratuita y natural a través de nuestro cuerpo). Estas endorfinas producidas por el ejercicio físico hacen que se retrase la fatiga, provocando una sensación de vitalidad. Por este motivo, pueden llegar a crear a adicción: su efecto es muy similar al de  los opioides.

9) Serás menos perezosa. Es una especie de círculo vicioso: cuanta menos actividad física llevamos a cabo, más nos cuesta practicar ejercicio. Se recomienda la práctica regular de ejercicio para aumentar el número de mitocondrias en los músculos, las centrales energéticas de las células.

10) Buscarás alternativas. Subir las escaleras, caminar un mínimo de 50 minutos al día, no utilizar el auto para ir a la compra sino cargar con las bolsas, realizar las tareas de casa… El movimiento es lo que hace que nuestro cuerpo se renueve por dentro y funcione como un reloj. Se resume así la fórmula ganadora. Acumular, al menos, 150 minutos a la semana de ejercicio moderado con las actividades diarias.

miércoles, 18 de julio de 2012

Glúteos, la nueva obsesión en estética!


Redondeadas y con más curvas, bien al estilo "manzanita". Eso es lo que los nuevos cánones de belleza imponen para nuestra parte de atrás. Cuando la naturaleza no nos dotó demasiado, a veces el gimnasio no es suficiente. Y ahí llega la medicina estética para ayudarnos pero, ¿qué tratamiento nos conviene?

Es un hecho. El gusto de las argentinas a la hora de practicarse una cirugía estética está migrando hacia otros lados del cuerpo. Ya no son las lolas el casi único y exclusivo objetivo, los glúteos también entraron en la lista de los más pedidos. Según registros de la Academia Sudamericana de Cirugía Cosmética (ASCC), las gluteoplastias crecieron un 20% en los últimos dos años.Esta tendencia puede estar marcada por “la moda, las revistas y la televisión, que transmiten imágenes de perfección anatómica –en muchos casos irreal- y que luego buscan las pacientes a la hora de ver al médico”. La demanda se incrementa alrededor de los 45 años en las mujeres, aunque las cirugías de mamas y el lifting facial siguen liderando las consultas.

En el momento de mejorar nuestras curvas, hoy se puede optar por técnicas invasivas como los hilos tensores, los rellenos, las prótesis, la transferencia de tejido graso propio, al igual que como se realiza el aumento de mamas.  También se puede usar la lipoaspiración o si la opción son los tratamientos no invasivos se pueden utilizar técnicas de aparatología combinada como la radiofrecuencia (Reaction) para trabajar la piel y hasta 2 centímetros de profundidad y la cavitación (Cavix) para trabajar en la adiposidad profunda.

Otras  posibilidades

La lipoescultura en esta zona del cuerpo consiste en eliminar las adiposidades localizadas en las áreas externas del glúteo, quitando esa cara externa e interna que no resulta estética. El procedimiento se puede realizar en forma convencional o ultrasónica. Esta última posee un dispositivo que emite ondas de ultrasonido lo que facilita el desprendimiento de las grasas, dura entre 1 y  3 horas, se realiza con anestesia local, sin internación y la recuperación demanda 72 horas.

Por su parte, los hilos tensores que se utilizan son de polipropileno biocompatibles o hilos reabsorbibles, los cuales crean un aspecto tensor, generando el efecto de “levantar la cola”.

En el caso de las prótesis, se utilizan para aumentar el tamaño de los glúteos mediante el uso de prótesis realizadas especialmente para este objetivo, de gel de silicona altamente cohesivo. El tamaño varía según el deseo del paciente y la sugerencia del cirujano. También es un procedimiento ambulatorio, con una recuperación que lleva de 7 a 15 días y, plenamente, luego de un mes.

Lo más importante es poder decirle a cada paciente qué es lo que necesita. Muchos podrán optar por un tratamiento sin quirófano; otros serán más aptos para una cirugía. Lo mejor es que no se queden anclados a la imagen de moda y que sepan que cada cuerpo es diferente y tiene distintas posibilidades.

lunes, 16 de julio de 2012

Sección Mi Centro de Estética: actividad física + alimentación adecuada.

Recomendá este artículo a tus Clientas para resultados óptimos!

Si bien es sabido que la alimentación incide en cada una de las actividades de nuestra vida, en el caso de las personas que practican una actividad física, su rendimiento estará supeditado a la cantidad y calidad de los nutrientes, para no sufrir fatiga muscular. Y si bien es muy importante comer todo tipo de alimentos, debe haber un predominio de hidratos de carbono complejos, ya que constituyen la fuente primaria de energía!

Muchas veces nos sentimos cansados o no nos recuperamos entre las sesiones de actividad física. Una de las principales causas de este estado es la baja ingesta de hidratos, que constituyen la nafta para que nuestro motor funcione adecuadamente. Para entenderlo, hay que tener en cuenta que el cuerpo obtiene energía de tres nutrientes presentes en los alimentos: proteínas, grasas e hidratos de carbono.

La función principal de las proteínas (presentes en las carnes, huevos, lácteos y derivados) es la reparación y construcción de los tejidos. Sólo sirven como aporte energético en situaciones especiales; las grasas, a pesar de ser constituir el mayor depósito de energía corporal, no pueden utilizarse lo suficientemente rápido durante esfuerzos de alta intensidad (como exigen la mayoría de los deportes), mientras que los hidratos de carbono son los que más rápido vuelven a liberarse (hasta tres veces más que la energía de las grasas), por lo que se los considera el combustible del cerebro y de los músculos.

Dónde encontrarlos

Los hidratos se clasifican en simples (azúcares) y complejos (almidones). El primero, se encuentra en los productos dulces (miel, helados, chocolates, mermeladas) y requiere un tiempo de digestión más extenso. Por eso, del total de hidratos, no más de 10% deberán cubrirse con azúcares.

Los complejos se encuentran en los cereales (trigo, avena, arroz, maíz, cebada, centeno, mijo) y todos sus derivados, en las frutas y en las hortalizas. Por eso, el cereal es uno de los grandes aliados del deportista, ya que entre el 60 y el 70% están construidos por hidratos, y esto garantiza que las calorías ingeridas podrán “quemarse” rápidamente al hacer ejercicio. Pero, ¿qué cantidad de hidratos necesitamos? 

Si realizás una actividad moderada, deben cubrirse con hidratos el 55-60% del total de calorías diarias. Si el entrenamiento es intenso, este porcentaje sube al 65%, mientras que si entrena una actividad de resistencia necesitará un porcentaje mayor. Pero no sólo de hidratos vive el deportista, lo ideal es que tres veces por semana comas carnes rojas y blancas para mantener la tasa de glóbulos rojos normal, ya que estos elementos transportan el oxígeno a los tejidos.

Un tema primordial es tener claro las formas de preparación para que un plato que es fuente de hidratos no se transforme en fuente de grasas. Por ejemplo, si consumís tallarines con crema o con salsa de quesos, estarás ingiriendo más grasas que hidratos, y ahí la ecuación no cierra.

Además, hay que tener en cuenta que si bien todas las vitaminas y minerales son importantes, algunas se convierten en imprescindibles cuando se realiza una actividad física regular: las vitaminas del grupo B participan en la producción de energía (frutas secas, lentejas, hígado); el hierro transporta el oxígeno a los músculos y previene la alergia (mariscos, carnes, acelga); el calcio favorece la contracción muscular y evita fracturas (quesos, semillas de sésamo); el zinc repara tejidos y músculos (cereales, nueces, almendras) y los antioxidantes. 

Estas necesidades extras pueden obtenerse en una dieta equilibrada. Sin embargo, muchas personas que comienzan a hacer deporte toman suplementos con la expectativa de mejorar su performance, algo que no es necesario, salvo que tenga algún déficit, por ejemplo, una anemia. Un aporte extra no supone ninguna mejora en tu rendimiento.

Otro pilar de la dieta del deportista es la buena hidratación. La mayoría de las personas desconocen que la deshidratación altera las capacidades físicas y el rendimiento durante la práctica deportiva. Tomar agua es tan importante como transpirar. Por eso, no se debe dificultar la sudoración con "fajas" o ropa abrigada. La gente cree que al transpirar perderá peso graso, pero no es así, todo lo que se pierde por sudor debe ser ingerido, durante y después del ejercicio.

Existe una prueba muy práctica para saber cuánta agua se perdió; pesarse antes y después de la actividad: los gramos perdidos serán los mililitros que necesitarás ingerir para rehidratarte. 

Por último, quien inicia una actividad con el objetivo de bajar de peso no debe sobrestimar el gasto energético del esfuerzo realizado ni subestimar la cantidad de calorías que consume. Es común que luego de entrenar se quiera dar un gusto, pero esta actitud va a alejarlo de la meta, ya que el esfuerzo no se pondrá de manifiesto en la balanza.

Paso a paso
  • Antes de hacer ejercicio. Ingerir alimentos integrales, ricos en hidratos de carbono, fáciles de ingerir (cereales, pan, pastas) que permitirá mantener los niveles de energía óptimos. 
  • Durante. Lo más importante es tomar líquido, ya que se debe recuperar gota a gota lo perdido para que el cuerpo pueda mantener la temperatura, entre otras cosas. Consejo: un vaso de agua cada 15 ó 20 minutos de actividad.
  • Después. Dentro de las dos horas posteriores los músculos están "hambrientos" de recuperar la energía. Hay que comer y beber lo antes posible. Lo ideal son las bebidas deportivas, banana, pasas de uva, copos de maíz y pan.