martes, 6 de noviembre de 2012

El exceso de cirugía!


Siliconas, lipos, lifting... la tentación va en aumento. Para muchos no alcanza
con una sola operación y las visitas al cirujano se vuelven recurrentes.
¿Será como ir a la peluquería?

Nicole Kidman.
Hay muchas personas que tiene imágenes pobres de sí mismas. Sin embargo, se convierte en una adicción si se dispone a los procedimientos de la cirugía plástica una y otra vez, a menudo hasta el punto de verse peor en lugar de mejorar. Los especialistas sugieren que las razones que deben motivar una intervención de ese tipo deberían estar avocadas al mejoramiento de la autoestima del sujeto que decide practicársela, puesto que muchas veces esa zona o detalle corporal que genera inconformidad suele deprimirlo dramáticamente. Se escuchan frases como éstas: “tengo piernas gordas”, “demasiadas arrugas”, “quiero más lolas, así la ropa me queda mejor” o “no me gusta mi nariz”.

Un poquito más por allá, un poquito menos de acá, la gente ya no sólo modifica defectos evidentes, sino otros más sutiles, acaso imperceptibles. La última palabra la tiene el cliente, pero quedará en manos del cirujano evitar las operaciones que no sean convenientes. 

La mayoría de mujeres quieren verse bien, sueñan con una piel sin arrugas, labios gruesos, abdomen plano y una nariz acorde con su cara. Sobre todo si son figuras públicas, pues deben verse perfectas. En ocasiones recurrir a un cirujano es un acierto. Pero en otras…

Mickey Rourke.
 
Meg Ryan.

Megan Fox.

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