sábado, 23 de marzo de 2013

¿Por qué los rayos infrarrojos aceleran y mejoran los tratamientos?




Los rayos infrarrojos son ampliamente utilizados en estética, bien sea de forma independiente o combinados con otro tipo de terapias. Su utilización en tratamientos anticelulíticos y antiobesidad los ha hecho muy populares, ya que además de ser un medio relativamente barato, se trata de un tratamiento totalmente indoloro. Analizamos qué son exactamente estos rayos, y cuáles son sus principales aplicaciones en estética, ¡no pierdas detalle!
Además de la luz visible, a la tierra llegan otro tipo de radiaciones solares. Entre ellas, encontramos los rayos ultravioletas (de elevado poder energético) y los infrarrojos, más suaves, que son los responsables de la sensación de calor en la piel. Hoy nos centraremos en los infrarrojos, que son utilizados en fototerapia y, especialmente, en termoterapia para fines estéticos.
La radiación infrarroja es un tipo de radiación electromagnética con mayor longitud de onda que la luz visible, pero menor que las microondas. Se caracteriza por su fuerte poder térmico. El nombre infrarrojo significa “por debajo del rojo”, puesto que este tipo de radiación comienza justo por debajo del color rojo del espectro visible. La utilización de rayos infrarrojos en tratamientos de estética se basa en su poder para aumentar la temperatura y el riego sanguíneo en las áreas tratadas. 
Los rayos infrarrojos que se aplican sobre la piel tienen una penetración superficial en el cuerpo; por ello aunque pueden utilizarse como tratamiento independiente, normalmente suelen ser una técnica complementaria dentro de otros tratamientos. Su principal aplicación es la termoterapia. Los rayos infrarrojos son una herramienta fundamental en los tratamientos estéticos que tienen como base el calor y el frío. Este tipo de tratamientos estéticos está indicado para tratar principalmente la celulitis y la obesidad. La aparatología de infrarrojos utilizada es relativamente sencilla y consiste en la aplicación de este tipo de rayos a través de bandas que rodean las zonas a tratar.
El tratamiento de termoterapia a través de rayos infrarrojos está indicado para casi todas las zonas del cuerpo: muslos, nalgas, abdomen o brazos. A través de las bandas se aplica la radiación en las zonas, aportando calor y aumentando, a través del mismo, la actividad metabólica. Este aumento de actividad metabólica, que es el que llevará a la reducción de grasa, se da al obligar al tejido a absorber la radiación infrarroja masiva.
Hay que tener cuidado con este tipo de tratamientos con infrarrojos, ya que están contraindicados durante la menstruación, además de en casos de hipotensión e insuficiencias renales y hepáticas.
En definitiva, la utilización de infrarrojos en estética está ampliamente extendida, siendo su principal aplicación la termoterapia: un tratamiento sencillo y relativamente barato que proporciona buenos resultados bien sea sólo o como complemento a otras terapias contra la obesidad y celulitis.
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