Los rayos infrarrojos son ampliamente
utilizados en estética, bien sea de forma independiente o combinados con otro
tipo de terapias. Su utilización en tratamientos anticelulíticos y antiobesidad
los ha hecho muy populares, ya que además de ser un medio relativamente barato,
se trata de un tratamiento totalmente indoloro. Analizamos qué son exactamente
estos rayos, y cuáles son sus principales aplicaciones en estética, ¡no pierdas
detalle!
Además de la luz visible, a la tierra
llegan otro tipo de radiaciones solares. Entre ellas, encontramos los
rayos ultravioletas (de elevado poder energético) y los infrarrojos, más
suaves, que son los responsables de la sensación de calor en la piel. Hoy nos
centraremos en los infrarrojos, que son utilizados en fototerapia y,
especialmente, en termoterapia para fines estéticos.
La radiación infrarroja es un tipo de
radiación electromagnética con mayor longitud de onda que la luz visible, pero
menor que las microondas. Se caracteriza por su fuerte poder térmico. El nombre
infrarrojo significa “por debajo del rojo”, puesto que este tipo de radiación
comienza justo por debajo del color rojo del espectro visible. La utilización de rayos infrarrojos en
tratamientos de estética se basa en su poder para aumentar la temperatura y el
riego sanguíneo en las áreas tratadas.
Los rayos infrarrojos que se aplican
sobre la piel tienen una penetración superficial en el cuerpo; por ello aunque
pueden utilizarse como tratamiento independiente, normalmente suelen ser una
técnica complementaria dentro de otros tratamientos. Su principal aplicación es la
termoterapia. Los rayos infrarrojos son una herramienta fundamental en los
tratamientos estéticos que tienen como base el calor y el frío. Este tipo de
tratamientos estéticos está indicado para tratar principalmente la celulitis y
la obesidad. La aparatología de infrarrojos utilizada es relativamente sencilla
y consiste en la aplicación de este tipo de rayos a través de bandas que rodean
las zonas a tratar.
El tratamiento de termoterapia a través de
rayos infrarrojos está indicado para casi todas las zonas del cuerpo: muslos,
nalgas, abdomen o brazos. A través de las bandas se aplica la radiación en las
zonas, aportando calor y aumentando, a través del mismo, la actividad metabólica.
Este aumento de actividad metabólica, que es el que llevará a la reducción de
grasa, se da al obligar al tejido a absorber la radiación infrarroja masiva.
Hay que tener cuidado con este tipo de
tratamientos con infrarrojos, ya que están contraindicados durante la
menstruación, además de en casos de hipotensión e insuficiencias renales y
hepáticas.
En definitiva, la utilización de
infrarrojos en estética está ampliamente extendida, siendo su principal aplicación
la termoterapia: un tratamiento sencillo y relativamente barato que proporciona
buenos resultados bien sea sólo o como complemento a otras terapias contra la
obesidad y celulitis.
VITACARE te ofrece SL Tone IR, un equipo
que marca la diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario