jueves, 14 de marzo de 2013

¿Equipos médicos o cosmeátricos?


En el mercado de la estética es habitual encontrar oferta diferenciada por equipos cosmeátricos o médicos. En líneas generales, las empresas plantean diferentes estrategias para poder vender equipos de inferior potencia y prestaciones al público no médico, cuando la verdadera división está dada por el tipo de tratamiento y los conocimientos que se requieren para efectuarlo.

Podemos decir básicamente que los tratamientos invasivos deberían ser realizados exclusivamente por médicos y el resto los podrían realizar profesionales de la estética. Sin embargo, los equipos pueden ser utilizados por ambos, y sólo los médicos pueden combinar el tratamiento con determinado equipo con otras aplicaciones invasivas que potencian y agilizan el resultado.

Un caso de engaño muy claro lo podemos ver con la ultracavitación. Existen equipos de ultrasonidos que se ofrecen como cavitadores cosmeátricos con baja frecuencia y no logran implotar el adipocito, cuando, en realidad, la función de ultracavitación es una sola y se requiere equipos de una frecuencia y potencia determinada (ver CAVIX).

Cada grupo tiene sus pros y contras: lo importante es analizar que tratamiento queremos ofrecer y saber la limitaciones del equipo.


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