martes, 29 de mayo de 2012

Cicatrices: Queloides, Hipertróficas y Estrías.


Un proceso de cicatrización normal debe superar tres etapas: inflamación, proliferación y remodelación. Cualquier modificación en alguno de estos pasos ocasionará la desorganización del tejido, pudiendo generar una reparación anómala. Esta podría manifestarse como cicatriz hipertrófica o queloide. Ambas afecciones pueden mejorar con corrección quirúrgica o distintos tratamientos locales.

La cicatrización normal involucra una secuencia de eventos complejos que se clasifican en tres etapas: inflamación, proliferación y remodelación. Este mecanismo depende de la regulación del depósito de fibrina, la actividad de los fibroblastos, la angiogénesis y la producción de colágeno y fibronectina por el tejido cicatrizal. Para evitar alteraciones de la cicatrización, es necesario un balance entre la biosíntesis del tejido neoformado y la degradación del mismo en el sitio de la injuria. Una modificación en alguno de los pasos de este proceso ocasiona la desorganización del tejido y la posibilidad de generar una reparación anómala, la que puede manifestarse como cicatriz hipertrófica, atrófica o queloide. 

Estas alteraciones en la reparación de heridas ocasionan problemas físicos, funcionales, cosméticos, psicosociales y son motivo de consulta tanto al dermatólogo como al cirujano plástico. Hasta el momento no se dispone de una terapéutica universalmente eficaz para el tratamiento de la cicatrización anómala.

El proceso de cicatrización es la forma en que el cuerpo sana y reemplaza la piel perdida o dañada. Una cicatriz está compuesta normalmente de tejido fibroso. Las cicatrices pueden formarse por muchas razones diferentes: pueden ser resultado de infecciones, cirugía, lesiones o inflamación del tejido. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo; su composición varía, por lo que la apariencia puede ser plana, abultada, hundida o coloreada, como también puede ocurrir que duelan o provoquen picazón. 

El aspecto final de una cicatriz depende de muchos factores, incluido el tipo de piel, la localización en el cuerpo, la dirección de la herida, el tipo de lesión, la edad de la persona y su estado nutricional. Las cicatrices anormales a veces se forman una vez que la herida se ha curado. Existen muchos tipos diferentes de cicatrices:

  • Cicatrices Queloides: Agrupaciones irregulares, redondeadas y gruesas de tejido cicatrizal que progresivamente invaden los tejidos adyacentes de la zona de una herida, pero que no coinciden con los bordes de la misma. A menudo son de color rojo o más oscuras, en comparación con la piel normal circundante. Los queloides se forman con el colágeno que el cuerpo produce después de que ha sanado una herida, de manera que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Se producen con mayor frecuencia en las personas de piel más oscura. Las cicatrices queloides pueden aparecer hasta un año después del traumatismo original en la piel.

  • Cicatrices Hipertróficas: Son similares a las cicatrices queloides; sin embargo, su crecimiento está confinado a los bordes de la herida, es decir que aumenta de tamaño empujando los márgenes de la cicatriz, sin invadir el tejido normal vecino. Estas cicatrices pueden también tener una apariencia rojiza, y suelen ser gruesas y elevadas. Las cicatrices hipertróficas normalmente empiezan a desarrollarse semanas después de la lesión en la piel. Pueden mejorar de forma natural, aunque este proceso puede tomar hasta un año o más.

  • La estría: Tejido atrofiado considerado cicatriz anómala con ruptura de fibras elásticas de la piel. Esta delicada membrana se daña con facilidad cuando la piel sufre algún trauma (roces, distensiones) o se ve obligada a tensarse y restringirse con excesiva velocidad para adecuarse a dimensiones corpóreas a las que no está habituada. Antes de que aparezcan las estrías es habitual tener una sensación de ardor y dolor. En una primera fase son rojizas y con poco relieve, poco a poco toman un color violeta y se van alargando y ensanchando. En la última fase, la de cicatrización, se hunden y se vuelven de color blanco. Tanto las cicatrices hipertróficas, los queloides y las estrías constituyen verdaderos traumas dérmicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario