- Sacá la cuenta! Yendo en bici o en transporte público ahorrás en combustible, seguro, patente, reparaciones, estacionamiento. ¡Uff! Y ganás salud.
- Imprimí doble faz. Un árbol equivale a sólo 6 resmas de papel. Al usar las dos caras de cada hoja, cada resma te cuesta el 50%.
- Cambiá todas tus lamparitas por otras de bajo consumo. Consumen un 80% menos de energía y duran 8 veces más. La cuenta de luz mucho más liviana y la atmósfera con menos CO2.
- Usá menos electricidad para refrescarte o calentarte. Además de abaratar tu factura de luz, tu casa se llena de energía verde. Las plantas ayudan a refrescar tu casa y aislar con doble vidrio te protege del frío y del calor.
- Descongelá el freezer. Al hacerlo ahorrás hasta 30% de energía. Además podés comprar los que tienen tecnología “No Frost” para ahorrar electricidad.
- Reciclá tu ropa. Una camiseta vieja puede convertirse en dos repasadores de cocina. Un par de medias en un guante para el horno. ¡No hay límites para el reciclaje!
- Volvé a usar las bolsas de plástico. Si no pudiste evitar que te la den en algún comercio, ¡no las tires! Dales otro uso, por ejemplo levantar los desechos de tu mascota.
- Llevá tu propio tupper. Muchas veces pedimos delivery o comemos afuera en nuestra oficina o nuestra casa. Cociná en cantidad, y distribuí las porciones en una semana. Ahorrá dinero y usá menos packacking.
- ¿Te acordás del “prestado”? Reciclá la cultura del prestar y devolver. Sacá libros de la biblioteca, prestá tus cosas o pedí prestadas en vez de comprar siempre nuevo.
Fuente: ecomania.org.ar
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