Con la llegada del frío y de las bajas
temperaturas, nuestra piel va a comenzar a sufrir más de la cuenta,
especialmente nuestro cutis ya que se trata de una de las zonas donde la piel
es más fina y por tanto una de las zonas que más va a acusar estos cambios. Lo
primero que debemos tener claro es que no todas las pieles necesitan los mismos
cuidados, ni si quiera lo necesitan con la misma frecuencia por lo que será
esencial enfocar los cuidados según el tipo de piel que tengamos.
Piel
sensible en invierno: Todos los tipos de pieles sufren especialmente
durante esta época del año pero si hay un tipo de piel que lo pasa realmente
mal es la piel sensible, principalmente debido a los bruscos cambios de
temperatura. Estos cambios de temperatura en las pieles sensibles a menudo
repercuten en rojeces e incluso pueden derivar en afecciones más serias como la
cuperosis o rosácea. Todo tipo de piel puede sufrir problemas de sensibilidad
por lo que extremar las precauciones será esencial en todo tipo de pieles
(seca, mixta o grasa). Una de ellas será tener siempre a mano una crema
hidratante especial para pieles sensibles, cuya aplicación deberás repetir
periódicamente siempre que notes la piel tirante o seca, síntoma principal de
que nuestra piel está sufriendo.
Piel seca en
invierno: En muchos casos (no todos) el problema de sensibilidad en la piel
va asociado a una piel seca y deshidratada, por lo que en el caso de que poseas
una piel seca deberás también extremar las precauciones. Nunca debes descuidar la
hidratación, siendo recomendable que te apoyes en cremas nutritivas o
compensadoras que aportan un extra, ideal para que nuestra piel recupere el
equilibrio y la deshidratación. Por lo general, este tipo de crema suele ser
muy untuosa para que deje en nuestro cutis una especie de segunda piel
protectora, por lo que su utilización es básica para las pieles secas en
invierno.
Piel mixta
en invierno: Las personas de piel mixta no deben descuidar tampoco la
hidratación y los cuidados de su piel. Si bien no necesitan hidratar su cutis
con la misma frecuencia que una piel seca o deshidratada no deben olvidar
ciertas zonas de su cutis, especialmente las mejillas, que suelen ser las que
más sufren los cambios de temperatura. Este tipo de pieles deben tener en cuenta
que no todas las zonas de su cutis necesitan la misma cantidad y nivel de
hidratación. Especialmente la zona T (frente, nariz y mentón) suelen ser las
zonas más grasientas en las personas de piel mixta, por lo que podemos probar a
aplicarnos una crema hidratante menos untuosa en esa zona y una más nutritiva
para la zona de las mejillas.
Piel grasa
en invierno: Si piensas que por tener la piel grasa tu piel no va a sufrir
en invierno estarás cometiendo un grave error. Incluso las pieles grasas
necesitan vigilar su hidratación y protección contra las bajas temperaturas. En
estos casos se hará esencial encontrar una crema hidratante especial para
pieles grasas, que sea oil free y no comedogénico, para asegurarnos que no
taponará nuestros poros.
Consejos generales: Además de lo visto
anteriormente, debemos tener una serie de consideraciones que son válidas para
todo tipo de pieles, y que no deben pasarse por alto.
- Será mejor usar maquillaje en crema durante el invierno, de esta manera te asegurás una segunda piel cuando salgas a la calle. Si tenés piel grasa, buscá en el mercado maquillajes en crema oil free.
- No te olvides de la protección solar. Mucha gente piensa que los rayos del sol no afectan los días nublados y de invierno, craso error. Los rayos del sol siguen incidiendo en nuestra piel en invierno y será necesario seguir protegiéndonos de ellos. Con una protección entre el SPF 15 o el SPF 20 puede ser suficiente.
- No abuses de la exfoliación en invierno. Aunque nunca se debe abusar de la exfoliación, sea la época que sea, pero en este caso con más motivo, ya que después de la exfoliación nuestra piel se puede sentir muy vulnerable a los cambios de temperatura.
- Y por último, y no por ello menos importante, es esencial proteger adecuadamente otras partes del cuerpo como las manos. Los cambios bruscos de temperatura puede dar con sabañones y más tipos de complicaciones cutáneas que pueden evitarse con unos simples guantes.
Como ves, no son muchas las recomendaciones, pero
sí que son básicas e importantísimas. El cuidado de nuestra piel en invierno
repercutirá en un mejor cutis en verano, y sobre todo, evitará el
envejecimiento prematuro de nuestra piel.
Fuente: trendenciasbelleza.com
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